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jueves, 10 de abril de 2008

Hoy

Hoy es un día en el que no me apetece escribir y, sin embargo, algo que está por encima de mí me obliga a hacerlo.

Será que el cansancio del día cansa más o será la lluvia que resbala por el cristal de la ventana por la que me gusta observar a vida. Será que hay días en los que lo que una hace o dice pesa más que otros y encuentra a cambio una mirada triste donde los demás días encontró una esperanza, una alegría, la felicidad.

Uno de esos días en los que no giras la cabeza para comprobar si la persona con la que te acabas de cruzar era realmente esa persona, porque en realidad sabes que lo era y no querías verla. Uno de esos días en los que cierras los ojos durante dos segundos con la ilusión de que al abrirlos todo haya desaparecido, y no desaparece.

Lo que hoy me obliga a escribir tiene nombre propio y hoy me ha dejado su mirada triste como recuerdo. Si fuera preciso escribiría hasta que el sueño me venciera para cambiar lo que dije o lo que hice. No veo una razón por la que no cumplir esta particular penitencia si me lo pidiera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La lluvia,ya se sabe. Esos días también son importantes, por más prescindibles que puedan parecernos, son los que también nos hacen como somos... Pero mira, hoy en mi norte, tan próximo al tuyo, está saliendo el sol. Y ya verás cómo en tu corazón también.
Un abrazo

Marcos dijo...

Realmente bonito, a veces las cosas parecen más complicadas de lo que son, pero se sale adelante...

DEMI MOORE dijo...

LO QUE DARIA YO POR VER LLUVIA EN MIS CRISTALES... PERO MIRA A TU ALREDEDOR Y VALORA...