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domingo, 5 de diciembre de 2010

Cambia, todo cambia

Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
(Mercedes Sosa)

Lo dijo La Negra, lo escribió y lo cantó. Y no le faltaba razón. En un día la vida cambia por completo. Somos seres rutinarios, acostumbrados a esa rutina que nos da estabilidad y seguridad. A esas cosas que suceden casi por inercia. Con demasiada frecuencia la costumbre se convierte en un engañoso aliado que nos hace relajar y bajar la guardia. 

Dar cualquier cosa por sabida, por supuesta, puede suponer la pérdida de algo que no cuidamos lo suficiente. Echarle la culpa a otros de su marcha, no es sino otro engaño que esconde la realidad: no supimos conservarlo y mantenerlo. No hicimos lo suficiente para retenerlo junto a nosotros. Y ahora, quizá sea demasiado tarde o tal vez no. ¿Por qué no pensar que la reconquista será una maravillosa aventura que guarda misteriosas y gratas sorpresas? Es muy sencillo: porque ahora somos un poco más viejos y estamos un poco más cansados que antes y en nuestros ojos, con este frío, es ya muy difícil encontrar las flores de la primavera con la que te conquisté.

14 comentarios:

Nieves LM dijo...

Ante el abandono tendemos a echernos las culpas: no fui lo suficientemente buena en.. no estuve a la altura... no supe retetenerlo..
En fin tampoco es eso. Fuimos como somos, no podemos estar haciendo redobles de tambores todo el tiempo para retener a nadie.
Hace frío y llueve (literal)

Me encanta el nuevo look de tu blog. Me encanta ese color.

Un beso.

Luth dijo...

Que razón tienes. A veces nos olvidamos que lo más importante es aquello que tenemos que cuidar más. Y lo perdemos por pensar que lo teníamos. A veces no tiene solución, pero me gusta pensar que si te quedas con la idea (o consigues que otra persona la comprenda) entonces ha valido la pena.

Un abrazo!

Laura dijo...

Gracias, chicas. Espero recobrar la frecuencia de otros tiempos. Me alegra que sean de vuestro gusto los cambios.

Un abrazo.

Roberto dijo...

Laura...

me encantó que volvieses por mi rincón clandestino. Te echaba de menos!

no hay tregua, no hay posibilidad para la rendición vale?

un beso

Luis Cano Ruiz dijo...

"El amor que vuelve nunca es el tu esperabas" (Carlos Chaouen)

Aunque nadie dijo que, lo que vuelve, deba ser lo mismo que se fue.

Cuídate.

Laura dijo...

Roberto, dijo Confucio que nuestra gloria más grande no consiste en no haberse caído nunca, sino en haberse levantado después de cada caída.

Ladrón, deberes pocos y cuantos menos, mejor, pero confieso que como la musa que un día inspiró a Sabina, me moría por volver.

Besos, chicos.

Marcos dijo...

Bien por tu vuelta por estos lares.

Te ha quedado muy bonito el blog con los cambios que has hecho...

Boris dijo...

cuando se consigue algo con el tiempo vamos dejandole de dar importancia y tan sólo cuando lo perdemos nos damos cuenta de lo que importante que era y ahi comienzan nuestros reproches, eso pasa en el amor o encualquier cosa de la vida, las personas somos asi

esta muy bonito tu blog!

Laura dijo...

Gracias por esta bienvenida tan agradable :-)

CarmenS dijo...

No quiero pensar en algo que pueda dolerte o afectarte. Pero de cualquier forma, creo que casi todos los dolores se superan y que cuando las circunstancias cambian podemos adaptarnos y volver a estar bien.
Un abrazo

Lector en la sombra dijo...

Hola chica de la trenza pelirroja.

Te ha quedado muy bonito el blog con este cambio que le has dado. Ha sido casualidad lo del color?

Enhorabuena por tu regreso al mundo del blog. Deseando leerte.

Un saludo.

Mª Dolores dijo...

Subscribo al cien por cien las palabras de Cecilia Alameda.
También a mí me gusta el nuevo look de tu blog. Muy acertado.
Un saludo

Laura dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Laura dijo...

Me ha encantado volver a encontrarme con todos vosotros por aquí. Sinceramente, tenía miedo de que os hubierais olvidado de mí...

Cecilia y Mª Dolores, no hay nada que me duela o afecte directamente, pero sí muchas cosas que ocurren a mi alrededor, que cambian y que duelen de forma indirecta. En lo que se refiere a mis propios cambios, me parecen saludables todos ellos y me encantan.

Lector en la sombra, el color no es casual, pero me intriga darme cuenta de que tú sabes tanto de mí y yo tan poco de ti...

Abrazos fresquitos y gracias cálidas.