Seguidores

sábado, 12 de marzo de 2011

Promise me

How can you be so far away lying by my side. 
Beberly Craven. Promise me.

Camino cabizbaja. Las manos en los bolsillos, el vaho que aún saliendo de mi boca me recuerda que la primavera tardará mucho en llegar. La paciencia, como ese barco de papel que construí con cinco años, se deshace muy rápido al contacto con el agua de tus lágrimas. La utopía es, si cabe, más inalcanzable que nunca. La utopía tiene nombre. Tiene el nombre de las cosas que no alcanzas tú, no el de las que yo no alcanzaré. La utopía es darme cuenta de que mis sueños no se van a cumplir porque hay demasiadas necesidades que cubrir todavía a mi alrededor.

¿Cómo estar tan cerca y tan distantes? Lo dice la canción, lo dicen todas las canciones que no consuelan a un alma que ya no las escucha con la mentalidad adolescente con la que solía hacerlo. Cómo, en tan poco tiempo, podemos perder tantas cosas, tantas ilusiones, tantos recuerdos escritos en servilletas de papel. Cómo sustituirlos por las cosas inciertas e inestables que este futuro que nos tocó, nos trae.

Una mirada que termina en una lágrima. Una sonrisa que se borra entre mis dedos sin remedio, sin que pueda repararla como se repararaba todo antes, es la señal que me obliga a detener la marcha forzada de mi vida y pensar que la solución está ahí pero si sigo negando su existencia, estaré asumiendo una derrota demasiado prematura para ser justa.

Vuelve a casa. Volvamos a casa pronto. Vuelve a entenderte conmigo con un gesto. Vuelve a conseguir que no eche de menos que me preguntes por mis cosas. Hazme recordar que tú y yo no necesitábamos preguntarnos porque una mirada nos ponía al día. Vuelve a casa. Vuelve a confiarme ese secreto que te atormenta y te consume. Yo te haré recordar que nunca hubo un fantasma que no lográsemos espantar. Vuelve a casa. Prometo volver pronto y encontrarme allí contigo. Aunque hayamos pintado las paredes de otros colores, aunque el parquet haya empezado a crujir, aunque ya casi ni la reconozcamos. Volvamos a encontrarnos en el punto exacto del que nunca debimos movernos. Prométemelo.


7 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Hay veces en la vida que uno no se puede quedar en el maren del camino al abrigo del fuego, sino que debe levantarse y caminar, aunque sea hacia la luz que se esconde tras la oscuridad.

Cuídate.

Marcos dijo...

Que bonito.

Supongo que son momentos de la vida en los que no se sabe hacia donde hay que caminar. Pero seguro que tarde o temprano se encuentra el camino y más si se tiene a alguien cerca que te ayude a responder todas las interrogantes planteadas...

Boris dijo...

con el tiempo todo cambia sin darnos cuenta y muchas veces las cosas se alejan de lo queriamos pero nunca es tarde para volver atras en el camino y seguir la vida como uno quiere

Heloise dijo...

Es un relato muy triste. A veces es preciso separar los caminos, aunque duela, para encontrar un sentido a la vida que no siempre es como hubiéramos querido.¡A veces no hay solución! y sólo queda avanzar sin mirar atrás y sin pensar lo que hemos dejado porque más adelante, ¡allá! a lo mejor encontramos de nuevo la ilusión y la esperanza.

Roberto dijo...

la tormenta pasará...

tus palabras siempre tienen efectos colaterales en mi...s

Allie dijo...

Por desgracia las cosas no son tan sencillas como eran antes o por lo menos algunas.
La pena es que nos pasamos el día solos, a nuestro aire y te empiezas a buscar tu mismo la vida, para no molestar o simplemente porque piensas que tu puedes con todo, como lo has hecho siempre...el problema es que te vas haciendo mayor, en todos los sentidos, y ya no tienes tantas ganas o tantas fuerzas para luchar y te vas rindiendo, te vas conformando.
Supongo que son etapas y la situación que nos toca vivir no acompaña, pero saber que aunque uno se aleje de casa tiene siempre las puertas abiertas para volver es muy reconfortante.

Mis palabras espero que te sugieran lo mismo que a mí...ya sabes que lo mío es leer y no escribir y encima al leer el resto de los comentarios parece que me han leido el pensamiento....y me he quedado sin demasiadas palabras.

Un beso.

Laura dijo...

Gracias por los comentarios una vez más.

Besos y abrazos cariñosos.