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viernes, 10 de junio de 2011

La soledad

La soledad es estar rodeado de gente y sentirse sólo.




Y lamentar que un día lluvioso y gris, como éste, sea la excusa perfecta para dejar de buscar la luz al otro lado del arco iris.

Un día perfecto para que empiecen a doler las cuchilladas recibidas durante tanto tiempo, las que llevas tiempo ignorando con voluntad, determinación y mucha, mucha paciencia. Aquéllas de las que no te quejaste nunca para no darle la satisfacción de mostrarle tu dolor al enemigo. Aquéllas que dolieron mucho y curaron demasiado pronto por no hablar, por no herir, porque hablar y herir se habían convertido, de repente, en macabros sinónimos.


Un día perfecto para entender que nadie entiende la vida como tú lo haces. Un día para confirmar esta verdad que el mundo se empañó en ocultarte una y otra vez para no lastimar tu orgullo, o tu sensibilidad, o ambos. Un día para decirle al mundo que a ti no te duele menos por no llorar. Que lo que tú no cuentas también ocurre y que no, no te crees que tú seas la única persona capaz de intuir lo que le pasa a los demás sin necesidad de que te lo digan. Y que sí, que a ti también te gusta que se den ciertas cosas por sabidas sin juicios ni discursos de por medio.

Un día que te deja pocas ganas de buscar la paz bajo los adoquines de la plaza donde te invade una terrible soledad  a pesar de verte rodeada de gente. Una soledad fría como la temperatura, otoñal en plena primavera, áspera como lija que va destruyendo, una tras otra, las capas con las que tantos años te costó cubrir tu frágil existencia. Porque esa soledad es más dura que un invierno largo, porque persiste en su empeño de demostrarte nuevamente que ya no eres la misma, que nadie lo es, que todo ha cambiado dentro y fuera y que ahora, lo de dentro hay que cuidarlo más que nunca y lo de fuera hay que verlo con una perspectiva diferente.

Miras por la ventana y se abren claros ¿Cambia eso en algo las cosas? No, pero sabes que las heridas se cerrarán otra temporada. Hasta el próximo día gris o quién sabe hasta cuando.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo tanto tiempo sin escribir y sin leer blogs... Y hoy me ha dado por lo uno y por lo otro, y he entrado a visitarte y me alegro de haberlo hecho, aunque tu último post sea un poquitín amargo...
¿Si te envío un abrazo puedo endulzártelo un poquito?

Nieves LM dijo...

Hey, animate mujer. Espero que esa tristeza que percibo sea solo pasajera, producto de un día lluvioso y que hoy estés mejor. Perdona que no te visite más a menudo, no te olvido. Besos.

Boris dijo...

tienes que levantar ese animo. este día te ha hecho estar un poco baja de ánimos pero debes volver a estar como siempre, se positiva.

Laura dijo...

Brujaroja, sé muy bienvenida a estos mundos vistuales. Ya se que las letras de imprenta te tienen entretenida últimamente y me alegra.

Nieves, ya sé que tú estás enfrascada en la Spanish revolution a tope y eso, ya sabes que lo compartimos. A ver el día 19 cuántos salimos a la calle...

A los tres, Boris incluído, ya sabéis que hay días y días. Hoy no hubiera escrito este horror de texto, pero la inmediatez de un blog y las ganas de echar cosas para afuera fueron más fuertes que mi usual mesura. Sin problema, sólo un par de sapos y culebras que de vez en cuando es recomendable soltar con alguna que otra lágrima.

Un beso fuerte.

DPL dijo...

Las carambolas virtuales entre Google, Facebook y Blogspot me han traído hasta aquí. Sin duda que un estupendo blog. Denso, de esos que te obligan (afortunadamente) a tomarte al menos diez minutos de lectura tranquila y pausada, porque de lo contrario te perderías el verdadero interés del mismo. Felicidades a la autora ;)

Acerca de la entrada en cuestión, ¿cómo es posible que un viernes se vean las cosas tan oscuras? El fin de semana, aunque poco "playero" por el norte, es sinónimo de diversión. Y después del "topicazo", ánimo.

Un abrazo, a una distancia de 43 horas y 20 minutos de caminata hasta llegar al Rincón de Baco.

Miguel Nicolás dijo...

Triste, pero bonito. Me ha gustado leerte. Te invito a que visites mi rincón:

http://elsenderodebaldosasamarillas.blogspot.com/

Laura dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Laura dijo...

Me complace darte la bienvenida a mi rincón, DPL. Me alegra que hayas encontrado en él un sitio para leer de forma reposada. Siempre serán 2 horas y 43 minutos en coche, ¿no?

Miguel, bienvenido tú también. Ya he conectado con tu página. "Follow the yellow brick road", le deccían a Dorothy y le llevó a encontrarse consigo misma. ¿Quién sabe?

Gracias.

Heloise dijo...

La frase del encabezado es redonda y contundente. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? perdido y abandonado en el desierto de las calles, en el seno de la familia incluso, sí, aunque parezca imposible. Somos una isla en mitad del mundo.