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sábado, 22 de noviembre de 2008

Vestidos de novia y cintas para atar el tiempo

Inevitable. El tiempo pasa y aunque dicen que es cosa de viejos decir que pasa muy deprisa y que se nos escapa entre los dedos sin poderle poner freno, en mi caso, y creo que en el de todos los que rondan mi edad, el tiempo empieza a tener un papel determinante en nuestras vidas y se nos presenta como arma de doble filo como nunca antes lo hizo.
Por un lado, todo el mundo nos dice que somos muy jóvenes y que tenemos mucho tiempo para ver cumplidas nuestras metas, para asentar nuestras vidas, para adquirir compromisos, etc, y así es. Somos jóvenes, estamos sanos, disfrutamos de una libertad que generaciones pasadas no tuvieron. Entramos y salimos de nuestras casas, de acá para allá, con el trabajo y los estudios, con amigos de los de tomar café, de los de ir de cañas, de los de salir de copas. De la juventud de los 80 se decía que vivían de noche. Yo creo que la nuestra vive tanto el día como la noche, entre otras cosas porque es una generación a la que la sociedad le está exprimiendo todo su jugo. Tenemos que estar superpreparados académicamente pero no rechistar porque nos paguen por debajo de dicha formación. Tenemos que seguir formándonos para competir en un mercado en el que, el que en su día fue el cerebrito de su casa, es uno más de tantos y tantos que fuimos criados en ambientes familiares culturalmente algo más elevados, con estímulos mediáticos constantes, educados en y con la prosperidad de los tiempos que nos tocó vivir.

Que nadie interprete mi discurso como una queja, por favor. Muy al contrario, la vida que nos tocó y nos toca vivir es aceptablemente buena, pero al mismo tiempo es exigente y eso no podemos evitarlo. Se trata de una especie de justicia de vida.

Por otro lado, a mí particularmente me empieza a suceder una cosa que hasta ahora no me ocurría. Recuerdo con impresionante lucidez sucesos de hace un año, o incluso dos o tres. Los recuerdo tal y como si hubieran tenido lugar hace uno o dos meses y me sorprendo a mí misma arrancando las hojas del calendario a velocidad de vértigo. De ahí el doble filo. Eres joven en tanto en cuanto te acuerdas bien de las cosas, pero notas que te haces mayor porque el tiempo pasa cada vez más deprisa.
Yo que nunca comulgué con el complejo de Peter Pan y que conozco y comparto amistad con confesos acomplejados piterpanianos, veo peligrar mi sofisticada madurez y creo que, como a la pequeña Campanilla, Peter está intentando cazarme para hacerme frenar un poco y descargarme de la preocupación del adulto y hacerme reír con la carcajada del niño.
Ahora que yo, como Campanilla, derramo mi polvo de hadas (o de tiza) para hacer que los niños aprendan a volar, ahora que acompaño a mi mejor amiga a comprar su vestido de novia, ahora que adquiero en los bancos regalos para menaje del hogar, ahora que me preocupa la subida del euribor... ahora busco, más que nunca, una cinta para atar el tiempo.



14 comentarios:

Martine dijo...

Pues estaré a contracorriente y te seguiré diciendo" No tengas prisa, no, no, no...."

Un beso preciosa y sigue el "Carpe diem"

Anónimo dijo...

Yo siento algo muy parecido. Quiero vivir muchas cosas, a veces creo que demasiadas. Y todos parecen convencidos de que "ya habrá tiempo". Pero lo quiero vivir ahora. Soy joven, aún no trabajo y estudiar ocupa la mayor parte de mi tiempo libre. Sin embargo, a veces me parece que el tiempo vuela, y que no lo exprimo.
Supongo que todo irá bien mientras miremos al pasado y pensemos: Hemos cambiado a mejor, hemos conseguido cosas...vamos dando pasitos hacia delante, y acercándonos a nuestras metas.
Yo intento vivir todo cuanto puedo, ahora. Ahora que estoy viva, ahora que tengo salud, ahora que sólo basta con desearlo con todas tus fuerzas y luchar un poco para conseguirlo. Ahora.

Hoy es siempre todavía
Toda la vida es ahora
Y ahora..
Ahora es el momento de cumplir
las promesas que nos hicimos
Porque ayer no lo hicimos
Porque mañana es tarde
Ahora........................................(
(Machado)

http://www.youtube.com/watch?v=nodNxWcAr7k

Un abrazo

Marcos dijo...

El tiempo pasa deprisa, cierto, pero si nos organizamos bien, quizá reduciremos su marcha y tendremos tiempo para hacer todas las cosas que tenemos que hacer y las que queremos también...

begoyrafa dijo...

El miércoles pasado estuve en la presentación del libro de Nativel Preciado, Llegó el tiempo de las cerezas. ´Habla del paso del tiempo y hay un pasaje que me llamó mucho la atención. La protagonista es una mujer que nació en los años 50 y que se declara afortunada: no vivió guerras ni civiles ni mundiales y el Franquismo le tocó en sus últimos años. La reflexión de esta mujer es que las generaciones posteriores lo han tenido más difícil, sin dictaduras contra las que luchar y con mucho más que perder.
Un abrazo
Rafa

Anabel Rodríguez dijo...

No existe la cinta, él tiempo no conoce mesura, vuela.
Me gustó mucho la entrada. Pero todavía me gusta más que hayas acompañado a tu amiga a comprar su traje de novia.
Besos

Elena Cardenal dijo...

Donde las venden, que me compro una!! me pasa lo mismo que a ti, que el tiempo empiezaa correr de un modo que no habia hecho antes y ocurren cosas de las que antes faltaba muuucho tiempo...que se le va a hacer...

Un beso!

manu dijo...

me siento totalmente identificado, tenemos edades parecidas. y digamos, todo nos dicen que tenemos tiempo, pero a la vez uno quiere lograr algo, cumplir ciertas metas. esta década es un poco así, pero no quiero llegar a la otra (sepan disculpar si alguien se siente ofendido)...pero bueno.

te deseo una buena semana.

un beso

Anónimo dijo...

Allie

Hola!

Que razón tienes Lau, como pasa de deprisa el tiempo, sobre todo de una época para acá, será que nos aproximamos a otra década..

Si consigues encontrar la cinta, dímelo, que yo también quiero una.

Besos.

gloria dijo...

Es verdad que vuela Laura, pero lo hace lo suficientemente lento como para que a veces podamos detenernos a oír nuestros pensamientos.
Yo siempre huí del síndrome de Peter Pan, hasta hace un par de años cuando comprendí que me encantaba la infancia/adolescencia.
Un abrazo

Óscar Sejas dijo...

¿Y qué es el tiempo sino un invento del ser humano?

Mientras te sigas sintiendo joven por dentro, Peter Pan seguirá acudiendo a ti. Crecer no debe suponer dejar de ser un niño por dentro.

Aunque como bien dices ahora los malos se llaman "hipoteca" y los buenos apenas aparecen ya en nuestras historias...

Si hace falta empuñaremos las espadas de madera.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Conozco esa sensación. Me sentí tremendamente identificado con tu texto. Para mí el tiempo vuela últimamente. Ni me entero del paso de los días. Un beso muy fuerte, ánimo y sigue los dictados de tu corazón. Hasta pronto.

Roberto dijo...

la realidad es una máquina de moldear rutinas...mi opinión es que hay que tratar se salirse del guión...y nunca perder la capacidad de sorprenderse que tienen los niños(auqnue sea dificil)

un placer caer por aqui... me gustó

ciao

La Gata Coqueta dijo...

Todo es maravilloso sobra tiempo aun o mejor dicho años pero....
pero.... a prtir de haber cumplido o llegado a ciertos años pasan como una desalación.

Por un lado como que da igual, pero por otro te coges un metro, es muy urioso desde que lo he visto hacer a una persona amiga y me impresiono.

Estira la cinta metrica y dice cuantos años tengo, tantos y cuantos me quedan por vivir estos y asusta un poco al verlo en numeros los años que quedan por vivir que no son tantos ya.

Un abrazo de corazón.

Anónimo dijo...

No creo que tu generacion pueda tener muchas quejas...aunque dicen que a cada uno le duele lo suyo..creo que las siguientes lo tienen mucho peor, y asi sucesivamente pero mira..que cada perro se arrasque sus pulgas...y respecto al tiempo..que te voy a decir yo..creo que no disfrutamos lo bastante de nuestro tiempo..vivimos pendientes del reloj..disfruta cada dia como si fuese el ultimo..
muchos petons...