Esta semana han pasado muchas cosas en diferentes ámbitos y con diferentes protagonistas. Los deportes, la política y la cultura han vivido acontecimientos importantes que han generado opiniones y sentimientos de todo tipo.
Ha muerto Antonio Vega. Antonio Vega el de Nacha Pop, el de La chica de ayer, el de El sitio de mi recreo. La pena nos invadió a todos, aunque no fuéramos fervientes seguidores del cantautor. Cuando una parte importante del panorama musical desaparece, desaparece con él su estilo propio, su particular sello, lo que los artistas llaman el genio, el duende. La pena ha sido inusitada en mi caso. No pensé que fuera a afectarme porque, como he dicho, no me considero una seguidora del artista. Sin embargo, me he dejado llevar por una tristeza más de tipo generacional, por los recuerdos que anidan en mi subconsciente, por haber nacido en los 80 y crecido en los 90, por haberme criado con esa música y llevarla, sin elegirlo yo, muy dentro de mí.
Esta semana se ha celebrado el Debate sobre el estado de la Nación. Yo, que cada día me creo menos a los políticos y que, en este momento me encuentro tan desengañada, lo comparo con un circo. Con todos mis respetos a este tipo de espectáculo, creo que allí salen los representantes del pueblo, con discursos escritos por sus asesores, a ver quién dice la burrada más gorda. Luego, cuando se cruzan unos con otros en los cambios de turno de intervención, palmaditas en la espalda y sonrisas de complicidad. Se están riendo de nosotros y encima hemos de estar contentos porque eso se supone que es democracia. ¿Es acaso democracia que los partidos nacionalistas tengan una representación parlamentaria superior a partidos nacionales como Izquierda Unida, con un número inferior de votos por culpa de la Ley D'Hont? Consecuencia de todo ello, es que el único que le da propuestas coherentes, basadas en políticas reales de izquierdas a Zapatero, es Joan Herrera (ICV), el último mono del Congreso, mientras catalanes y vascos intentan, sin escrúpulos y navegando contra corriente, sacar el máximo partido para sus autonomías.
Pero bueno,si yo todavía le sigo dando vueltas a lo del ordenador portátil para cada alumno de 5º de Primaria el próximo curso y no me salen las cuentas, cómo me voy a explicar todo lo demás. En serio, que llevo toda la semana pensando en cómo me libro yo del caos que va a ser el comienzo de curso escolar en septiembre. Caos organizativo, presupuestario, enfrentamientos y papeleos con las familias. Por no mencionar los problemas técnicos y de formación del profesorado. ¿O es que va a venir el señor Presidente a formar a todos los maestros en tecnologías de la información y comunicación que hoy en día no lo está? ¿De dónde van a hacernos sacar el tiempo para ello? ¿Van a pagar a interinos mientras hacen la formación o van a formarles en las horas no lectivas? Ahí lo dejo a la espera de poder ofreceros respuestas (de buena tinta) de aquí a unos meses.
No quisiera finalizar este particular debate semanal, sin dar la enhorabuena al F.C. Barcelona por su victoria en la Liga y en la Copa del Rey. Si sólo fuera cuestión de felicitar al campeón, no me habría ni molestado en mencionarlo, pero lo del himno y la retransmisión de TVE de la final de la Copa, da juego como para ocupar un párrafo del post más. Lo que ha ocurrido con el himno es como para que te dé un ataque de vergüenza ajena. En primer lugar, porque dos aficiones han peleado por conseguir entradas y se han desplazado (pidiendo días en el trabajo, supongo) por acudir a animar a sus equipos para que consiguieran una copa que, en realidad, no respetan. No la respetan porque no respetan que el himno español se toque antes de empezar el partido y no soportan que se la entregue un rey al que no reconocen. Ojo, que a estas alturas supongo que no tengo que excusarme, pero el que me conoce sabe que no soy yo de las de la mano en el pecho ante el himno ni la bandera y que me declaro abiertamente republicana las veces que haga falta y ante quien sea.
Pero si a eso (que ya teníamos asumido que ocurriría) le unimos la actuación estelar de TVE (cadena que emite el evento) no retransmitiendo la sonora pitada que aficiones bilbaína y barcelonesa dedicaron al himno y ponerla después quitando el sonido ambiente y elevando el del himno, lo de ruborizarnos se queda corto. ¿Manipulación en la cadena pública española? ¿Protección al Rey? Qué vergüenza. Le obligan a una a decir lo de que somos un país de pandereta y a refugiarse, una vez más, en la maniqueída excusa del daño que han hecho cuarenta años de dictadura.
Os dejo con The Sound of silence por respeto a la figura de Antonio Vega, porque el silencio representa la duda y el interrogante que nos provocan las medidas del Gobierno y porque ya hicieron otros mucho ruido por nosotros esta semana.
6 comentarios:
Laurita, si supieras el desastre total que vivimos en la Argentina !!!
Todo lo que contás y más, y más !!
Tercer mundo,
miserias potenciadas.
Gobiernos patéticos...
Información manipulada...
Mal del Mundo !!!!!!!!
Post para la reflexión total...
BESOS, chica de la trenza
pelirroja.
Un comentario sobre la silbatina: coincido con lo que vos decís, no entiendo por qué juegan una Copa que se llama "del Rey" si tienen tantos pruritos. Si no quieres jugar al ajedrez no lo hagas, pero luego no te quejes del andar oblicuo del alfil.
Un beso
PD: Y? no me vas a contar del Príncipe Gris?
Que te has despachado a gusto mi linda Laura!!!
Así se hace sin pelos en la lengua y a voz en cuello!!!
El que quiera oir que oiga dice una canción de por aquí.
Besos
una pena lo de antonio vega,era muy bueno.
lo del debate sobre el estado de la nación apenas lo segui porque no me creo de nada de los politicos.
Impecable post al que nada puedo añadir, porque ya está todo dicho.
Como llego tarde, y el mundo del blog se tiñe de luto para homenajear a Benedetti, sólo diré que gracias por estos post.
Un saludo.
No te preocupes, Laura; lo del ordenador por cada alumno, quedará en el baúl de los recuerdos, como la inmensa mayoría de las promesas de los políticos que, a mi modo de ver, son todos unos grandísimos mentirosos y efectivamente, sí, se ríen de todos nosotros.
Y, si no quedara, a ésto se le llamaría empezar la casa por el tejado. ¿Dónde queda la formación de todo el profesorado, como tú dices? En fin, un despropósito.
Respecto a Antonio Vega, sí que conocía Nacha Pop, pero a él particularmente no le seguía. He de reconocer que estoy desfasada musicalmente hablando. De todas formas, también he lamentado su muerte.
Respecto a lo demás y, para no extenderme, que tú lo has explicado muy bien y tienes todita la razón.
Un beso.
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