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jueves, 7 de enero de 2010

Pensamientos envueltos en cajas de vivos colores

El comienzo de un nuevo año trae consigo inevitables reflexiones sobre el año que se fue y el que está por venir. De igual modo, la gente se hace propósitos de Año Nuevo concebidos normalmente para eliminar los malos hábitos y mejorar nuestra salud física a costa, eso sí, de empeorar nuestra salud mental. Nos sirven de ejemplo los propósitos de dejar de fumar, ir al gimnasio o adelgazar, que, por tópicos que nos parezcan, tarde o temprano se acaban convirtiendo en nuestros propios propósitos.

El comienzo de un nuevo año nos revela que muy pocas cosas cambian en torno a nosotros con su llegada. Cambiamos los calendarios y la fecha de nuestras agendas. Los avisos del teléfono móvil nos informan de que nuestros amigos y familiares cumplen un año más y evitan contarnos que nosotros también, porque no los configuramos para ello. Supongo que nuestra propia mente se resiste a configurarse para cumplir años. Pero lo esencial se mantiene ahí. Las gélidas mañanas de enero en mi tierra, los niños desempaquetando sueños mientras los padres se sacan los bolsillos para rescatar su último céntimo. Las noticias hablan de temporal polar sin precedentes. Sin precedentes desde el año pasado, pienso yo mientras pienso, al mismo tiempo, que es lógico que en agosto no suceda esto, pero que en enero... en fin. Será que pienso mucho.

El comienzo del año sigue trayendo pequeños jarros de agua fría en forma de decepciones, de enfados innecesarios, de situaciones injustas que con el frío se congelan y parece que perduran más en el tiempo que los del otoño. También puede ser que tengamos menos energías para afrontarlos y que los años, como también nos llegan a nosotros, nos hagan hacer la vista gorda mucho más que en los tiempos en los que una mala mirada o un intento de manipulación a nuestras espaldas era motivo de pelea, de llanto y hasta de depresión.

Cada nuevo año que pasa en el calendario de la vida, es un año en el que sabemos que ganaremos en madurez y en paciencia. Un año más de experiencia vital que figurará en un currículum que no necesitamos presentar ningún entrevistador, pero que nos avala ante nosotros mismos y ante aquellos que han estado ahí durante el tiempo suficiente como para apreciar que nuestros esfuerzos no son fruto ni de un día, ni de una temporada. Nuestros esfuerzos son el resultado de toda una etapa que bien podría concluir hoy mismo o durante este nuevo año y, aun así, dejarnos en un lugar no del todo indigno.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

bonita reflexion y cancion, me han gustao mucho.

Un besote wapa!!! ;-)

Markos desde el móvil dijo...

La verdad es que es una reflexión muy acertada.

Quien más y quien menos se ha hecho una propuesta para el nuevo año.Añadirĺa la del curso de Informática y el de Inglés,jeje.

La verdad es que yo apunto en mi agenda lls cumoles de amigos y familiares y tb el propio,quizá una excepción???

Salu2...

Felipe dijo...

Ningun año he querido o me he propuesto cambiar nada, da lo mismo si te comes 12 o 1 uva, el año seguira siendo igual ya que solo tú eres capaz de cambiar las cosas, el camino es para andar sobre él y construir nuevas rutas.
Este año sime tengo que proponer cambiar cosas, no tengo más remedio, como dirian en las películas es cuestión de vida o muerte.
Voy a dejar de fumar(ya no fumo)y de beber alcohol(solo vino, un chatito)y de enfadarme, y de gritar,y de correr por el mundo como si este se acabara y hasta estoy planteandome buscar otro trabajo(esto esta difícil)
Y todo por vivir más tiempo. Teniendo a la gente que tengo a mi lado creo que si vale la pena intentarlo.
Feliz año y salud(y amor)

Dara dijo...

Yo he decidido que voy a cambiar de año en marzo. ¡Ja!



(un miau
y un café,
señorita)

Luis Cano Ruiz dijo...

Gracias por todas tus palabras que siempre me han animado. Por seguir mirando el blog pendiente de una entrada. Por leerme siempre.

Por seguir en tu blog año tras año, y dejarnos disfrutar de ese pedazo de ti.

Espero que todo vaya bien y que este año sea lo que desees que sea.

Cuídate.

Roberto dijo...

el tiempo nos lo inventamos, se nos escapa la eternidad a cada suspiro compañera...

un beso. Me encanta leerte, siempre te lo digo

Vergónides de Coock dijo...

Buena reflexión del último párrafo. Suerte.