Como ya he dicho en otras ocasiones, vivimos vidas vertiginosas, días fugaces, amistades de ida y vuelta, amores inquietos, horarios sobrecargados de tareas que no tenemos capacidad de atender todo lo bien que desearíamos. Vamos corriendo de un lado para otro y no nos detenemos a contemplar las grietas que se forman en la pared de nuestra habitación. Cada día más largas, más profundas, resquebrajan lo poco que hoy en día podemos considerar nuestro y no de todos. Visitas relámpago a la familia, cafés para llevar y no para conversar. El metro, el autobús, un principio y un fin del mismo trayecto. Y no nos paramos a pensar en las personas. En sus gestos, en la tímida atención que nos dedican. En una mirada que no espera respuesta y, sin embargo, la encuentra.
Quique González, músico madrileño, compuso Aunque tú no lo sepas para Enrique Urquijo. Años más tarde, la canción le sirve a Quique de homenaje a su admirado amigo y compañero de escenario en sus directos. He escogido esta canción para ilustrar este sentimiento que me invade al pensar que no me detengo a digerir las cosas que suceden tan rápido en mis días. Una canción que, por esa razón, te dedico aunque sé que no la vas a escuchar, como quien le escribe una carta a alguien de quien desconoce su dirección. Porque hay muchas cosas que hay que decirte aunque tú no lo sepas así como escuchar de ti aunque yo no lo sepa.
15 comentarios:
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,//
hicimos mil proyectos, paseamos //
por todas las ciudades que te gustan, //
recordamos canciones, elegimos renuncias, //
aprendiendo los dos a convivir //
entre la realidad y el pensamiento.//
Espiada a la sombra de tu horario//
o en la noche de un bar por mi sorpresa.//
Así he vivido yo, //
como la luz del sueño //
que no recuerdas cuando te despiertas.
En este poema de Luis García Montero creo que se inspiró Quique González para esa canción.
Y como un mensaje en una botella arrojada al mar de las palabras te dejo este comentario, aunque nadie lo lea.
Un abrazo
Rafa
Sí que vamos deprisa, demasiado deprisa. Pero ¿nos podemos detener a contemplar el paisaje, las caras, el color del cielo? No siempre, porque nos faltan horas para hacer lo que nos exigen y nos exigimos nosotros mismos, las obligaciones son muchas, los horarios laborales apretados, las colas en los comercios largas... No nos queda mucho tiempo para la contemplación. Y encima nos quieren aumentar las horas de trabajo. ¿Te imaginas asomándote a la ventana de tu oficina a contemplar el cielo? No creo que nadie te aplauda
Sí, se nos va el tiempo y no sabemos como pararlo, aunque nos vendan lo contrario no somos libres para dedicar nuestro tiempo a lo que realmente queremos.
Impresionante canción, impresionante directo.
Un Saludo ;)
A mi muchas veces el tiempo me persigue!!! Como digo yo a veces las 24 horas que tiene el día no son suficientes para todo aquello que por un lado debemos y necesitamos hacer (trabajar, comer y dormir) y que por otro lado queremos hacer. Pero como se suele decir hay tiempo para todo y creo que también para contemplar el cielo o los gestos de la gente o... eso si siempre hay tiempo para eso y mucho más si se quiere y no olvidemos que el querer es poder.
Por cierto me ha gustado la canción
Un beso.
Querida Laura, tu tienes la intención, y por aquí se empieza.
Siempre hay tiempo, aunque sea ínfimo para detenerse y mirar, mirarnos, responder aunque sea con un gesto.
Paraste está visto para escribir esto.
Gracias!
BEsos
Qué bonita esta versión en directo...
Y qué a la medida de Enrique Urquijo la canción.
A veces vivir es ir inventando días de conversaciones secretas con un destinatario que ni siquiera conocemos. O que sí, pero es tan complicada la vida, y son tan frenéticas las horas. Y pasan tantas cosas y nos embarulla la prisa y nos devoran las horas...
Y un día nos damos cuenta de que todo se ha quedado por decir, eso con un poco de suerte. A veces, incluso descubrimos que todo se ha quedado por vivir.
Gracias por aportar el poema de García Montero, Rafa. Hay que ver cuántos mensajes enviamos en botellas que arrojamos al mar y que nunca serán leídos, ¿o sí?
Es cierto, Cecilia, Rik y Xini que aunque nos vendan una libertad, en los tiempos que corren y con las posibles ampliaciones de horario que se avecinan no somos dueños de nuestro tiempo en absoluto, sino más bien esclavos (y por eso se te echa encima, Xini).
Yo, Miriam, me cuido mucho de sacar tiempo para esto, que me sirve de liberación de ideas y sentimientos. Me da salud y vida.
Bruja, yo creo que tener algo que decir no siempre significa tener a quién decírselo, aunque hay que reconocer que en muchas ocasiones, sí hay un destinatario.
¡Saludos a todos!
Laura, tengo una invitación para ti en mi blog...
Hola Laura!
Es la primera vez que me adentro en esta ventana. Y serán muchas más.
Cuánto me ha llegado tu escrito...
Ocurre cuando la vida te pone en un gran aprieto,cuando te sorprende con aquello que tú no podías ni imaginar. Saberte que hoy puedes estar aquí y mañana quizás no.
Entonces te paras. Saboreas cada mañana con tal regusto, que el simple parpadeo después del sueño nocturno te parece un milagro.
Disfrutas cada segundo. Caminas a paso lento quedándote con lo hermoso de la vida, dejando a un lado el malestar y las prisas, aún sabiendo que están ahí.
Jugando al escondite con ellas, pues estas no te alcanzarán.
Dejando que el rayo de luz de la mañana te desborde.
El olor del mar alcance tu olfato sediento de aires nuevos.
El olor del café y del pan recien tostado se arremoline en tu pelo.
Siempre hay tiempo para parar. Aunque sean unos segundos, merecerá la pena.
Un abrazo.
Me encanta esta canción. La tengo en un recuadrito de mi blog y todo. Quique en directo es tan, tan...
Siento decir que a mi la canción no me gusta nada, que se le va a hacer y el post me deja un poco descolodado...
Julia, te doy la bienvenida desde aquí y propongo la lectura de tu blog a través de la lista de enlaces que tengo en la columna derecha. Fusa, gracias por pasarte de nuevo, te añado a ti también, así me es más fácil visitaros.
Marcelo, ya dejé respuesta en tu blog y ya ves de qué pie cojeo.
Marcos, ya siento que el más fiel de mis lectores-comentaristas se sienta decepcionado por este post, pero ya se sabe que no siempre llueve a gusto de todos.
Un beso para cada uno, el más fuerte, por esta vez, para Marcos que se lo merece(él ya sabe por qué)
Creo que aún quedamos unas poc@s locos que aún nos gustan las cosas que a muchos se les escapan.Que tengas una buena semana.Angela
Laura
Darte las gracias por pasarte por mi rincón. Es un placer descubrir gente tan encantadora.
Me admira esta red invisible de vuestras miradas... que de forma infinita se aviva.
... que transforma la palabra en bellos paisajes, en bellas imágenes.
y rozan el ténue rumor de un sonrisa.
Mil gracias. Un beso
Sin darnos cuenta se hacen grietas cada vez mayores y más dificiles de arreglar eso es cierto.
Para eso habría que romper con todo y irse a otro mundo a volver empezar de nuevo.
Te deseo una feliz semana, y te dejo mis huellas como recuerdo en el tiempo.
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