Sevilla: todo un monumento

La Chica de la trenza pelirroja ha encontrado un rincón de inspiración escondido en el sur de la Península Ibérica: Sevilla. Poco se puede añadir a lo que ya esta dicho, escrito o visto por los lectores sobre la capital andaluza. Sin embargo, me llena de una grata satisfacción comprobar con mis cinco sentidos la magia por la que es famosa una ciudad como Sevilla.
Con la vista, admiramos sus edificios, sus plazas, en especial la Plaza de España, para mi gusto, impresionante; sus parques y jardines, las calles estrechas, los edificios religiosos, la mezcolanza de culturas que ellos reflejan. Véase los binomios formados por la Catedral gótica y la Giralda (minarete de la Mezquita árabe del siglo XII), de arte musulmán o la diversidad de salas (Gótica y Árabe) de los Reales Alcázares.

Con el olfato, el olor a azahar de los naranjos y las flores que adornan los jardines de la Plaza de Santa Cruz o el impregnante olor a caballo (nadie dijo que todos los olores de Sevilla fuesen agradables).

Con el tacto, las gotas de lluvia sobre las barandillas porque, sí, habéis leído bien, me llovió en Sevilla. A una cántabra le llueve en Sevilla, ya veis.

Y, por último, aunque no por ello menos importante, con el gusto. El gusto de la caña del señor regordete (no quiero dar nombres, que nadie me paga por ello) bien tirada en un vaso helado, acompañada por una tapa de berenjena,
por ejemplo, que por allí se cocina muy rica.

En fin, que los viajes, y con esto me repito, siempre son un placer para los sentidos, sobre todo si se hacen en buena compañía y consiguen hacernos desconectar del ajetreo diario. Además de ser agradables, los viajes te aportan una visión diferente de la composición de una ciudad, de los servicios que las distintas ciudades ofrecen, de la forma que tienen algunas, como la que hoy protagoniza el post, de combinar la modernidad y la tradición sin olvidar que el desarrollo sostenible no se encuentra sólo en el vídeo de Al Gore.

Para muestra, este vídeo breve, pero que permite hacerse una composición mental de lo que expongo y, de paso, para el que hace años que no visita Sevilla, de conocer su metro ligero. Buena idea, aunque aún está muy verde, y no sólo porque sea ecológico.




Ya me contaréis que os parece el cambio de look del blog. Esta chica pelirroja y caprichosa, me lo ha cambiado todo sin que yo me diera cuenta. Esperamos que os guste.