Somos así. Yo tengo un miedo patológico al compromiso y tú a la soledad. Tú rezas a un dios en el que yo no creo y mientras yo intento dormirme leyendo las páginas de un libro, tú escuchas la radio para conciliar el sueño.
Somos así. Tú quieres saberlo todo y yo no quiero que sepas nada. Me encanta guardar secretos y a ti te encanta contármelo todo. Tú subes, yo bajo, tú llegas al lugar de donde yo hace tiempo que partí.
Somos así. Tu piel morena contrasta con mi palidez. Tu paciencia, con mis terribles reacciones. Tu control con mi caos. Tus te quiero con mis yo a ti no.
Somos así. Tan superficialmente distintos y tan profundamente iguales. Con tantas ganas de vivir y de viajar. Con tantos sueños por cumplir y ver cumplidos.
Pero tengo clara una cosa. Que mis sueños empezaron a tener razón de ser cuando fueron los sueños de los dos y que va a ser inevitable dejar de soñar mientras estemos juntos.
Que la suma de uno y uno siempre es uno, si se aprende a compartir. (R.Arjona)
10 comentarios:
Mientras haya proyectos comunes todo va bien. Luego cada uno es cada uno, y en la diferencia está el complemento ¿?. Siempre dicen que los polos distintos se atraen, pero tb. hay parejas que se parecen muchísimo y están de maravilla.
Me gustó muchísimo esta entrada, Laura. Siempre es un placer leerte. Un beso y feliz verano!!
Muchas veces es eso, complementarse. Imagina a dos iguales... ufff se tirarían de los pelos...jejeje
saludos y salud
Lo importante es no dejar de soñar, seamos similares o totalmente distintos.
Un abrazo
Puede que en las grandes diferencias se encuentren las grandes igualdades...
Cuídate Laura.
Las diferencias diferentes...
El texto se me vino a la cabeza cuando escuché la canción. Es todo lo que doy de mí un domingo...
Un besito cálido de comienzo de verano.
pues se ve que te inspiro bien esta bonita canción,me gusto lo que escribiste
sino sería aburrido...entre el blano y el negro teneís todos los jodidos colores a vuestros pies
ese miedo al compromiso a mi también a veces me come...umm
un beso
Al final, acabamos cediendo y apreciamos la soledad en ciertos momentos y la compañía incondicional en otros.
Gracias a los dos.
Tú y yo. Ella y él.
Siempre tan distintos y siempre tan iguales.
Es fácil encontrar a alguien, pero no tanto encontrar ese otro ala que te ayude a volar...
Un saludo.
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